domingo, 9 de julio de 2017

El SÍ y el porvenir

17, 274 votaron por el SÍ y 4, 868 votaron por el NO. Lo sabemos, lo sabíamos antes de votar cuando distintos actores políticos publicaban en sus redes sociales #SíALaCiclovía. De pronto parecía que la movilidad en Jalisco triunfaba con o sin consulta; un tema tan urgente como la movilidad había sido abandonado por años porque parecía todo estaba escrito: la ciudad es para los carros. Pero la negativa de unos vecinos ante la colocación de una ciclovía haría que por un momento todos abrazaran la bandera de la movilidad.

Al final, triunfó el SÍ, las bicis se alzaron y nos ufanamos de una democracia que pone derechos a votación, en la cual nos des acostumbramos a ganar con anhelo. Es tiempo de empezar a preguntarnos y reflexionar:
¿Qué tanto representa un logro una participación de 22, 146 en un estado como Jalisco?
El rango de edad que más votó fue de 18-35 años y si juntamos la opción "17 años o menos" y la de "18 a 35 años" nos damos cuenta de que la participación es mayor a la de gente con 36 hasta más de 60 años. Ante esto, va otra pregunta que hacernos, ¿votaron más los jóvenes por tener acceso a internet? ¿la consulta se promovió mayoritariamente por internet? ¿Qué tan plausible es el que ganar una consulta sobre derechos?


Con esto no procuro quitarle méritos al SÍ o a la propia consulta. Creo el SÍ nos obliga a comprometernos de verdad con la movilidad, pero de igual manera a entender que esos 4, 868 no son culpables de haber crecido bajo la lógica del automóvil, lógica que tal vez abraza a más de esa cifra, lógica que con la victoria del SÍ debe empezar a romperse y no quedarse en lo corto que puede ser resumir la movilidad a una bicicleta.

Ahora es momento de buscar con esta victoria del SÍ, disputar las demás luchas que conciernen a la movilidad, a la integración y a la ciudad que queremos. Es tiempo de empezar a desincentivar el uso del automóvil con opciones que puedan integrar a todos y todas. Es ahora cuando debemos pugnar por los derechos del peatón (más allá del respeto el terreno apto para transitar), luchemos también por cambios estructurales en el sistema de rutas, de atención y calidad del Transporte Público, al igual que los derechos laborales de quienes manejan las unidades.

Gracias a quienes desde la bicicleta han luchado, pero también  a quienes optan por una movilidad sustentable y la humanización de la ciudad al momento de dejar el carro.
Ganó el SÍ, pero la batalla aún no ha acabado. Es momento de volver a vernos las caras, de volver a sentir ser parte de algo.

domingo, 2 de julio de 2017

La llamada del mañana



Falta menos de un año para volver a ese constante sentimiento de que el país se nos escapa entre las manos, pero hoy las condiciones son distintas y el momento nos demanda que así hagamos que sea.
En medio de lxs desaparecidxs que bien podría llamárseles también invisibles, de una creciente guerra en la que nosotrxs ponemos los muertos y una disparidad económica que ahoga las posibilidades de la escala social o del simple soñar. Sobre este escenario estaremos en menos de un año. Es sobre este escenario en el que muchos saldrán a votar sin esperanza, certeza, o sin ánimo alguno, pero siempre cargando con ese "votar por el menos peor", guardando sus anhelos para depositarlos en alguien más, o en alguna otra elección.

Actualmente el país vive un boom impresionante de organizaciones de la sociedad civil, es motivante y gratificante. Estas organizaciones han entendido algo que los partidos no, o que tal vez no quieran ver: la sociedad está cambiando, está deseosa de participar, de encontrar su lugar; jóvenes y no tan jóvenes han encontrado un espacio para organizarse y crear soluciones o utopías en estas organizaciones, organizaciones que pueden ir de lo rural, hasta lo urbano, de lo cultural y recreativo hasta la búsqueda incansable de la incidencia en la agenda política. Estas organizaciones han recuperado (en su mayoría) el sentido de lo social, o del hacer en sociedad y muchas veces giran sobre aquello a lo que le llamábamos ciudad.
Aunque realmente no todo es color rosa, porque por el carácter de las condiciones socioeconómicas del grueso de la población, estas organizaciones se vuelven lugares para unos pocos que cuentan con el tiempo, un gran privilegio para un contexto en el que el tiempo se va en tratar de ganarse la vida… O perderse la vida a la par del tiempo.  ¿Resultado de qué? Del abandono por nosotrxs y por quienes tienen la deuda desde hace años o campañas de ayudarles a tener un trabajo digno o por lo menos el no encarecimiento de productos de la canasta básica.

Tal pareciera que para estos comicios electorales no hay opción alguna, sólo la obligación de votar contra un partido, sin más ni menos, sin esperanza ni anhelos. Pero, ¿qué pasaría si fuese lo contrario? ¿Qué pasaría si les enviáramos un mensaje contundente a los partidos políticos? ¿Cómo podríamos realizar un "Pacto por México" que contemple a la gente y no a los colores? Yo sólo pido que por un momento dejemos de lado cualquier encuesta, pues nosotrxs somos quienes están contados en ellas; sólo pido por un momento que veamos cómo en los dos-tres últimos años han irrumpido en el escenario político la fuerza de las organizaciones civiles, organizaciones conformadas por ciudadanos (con pasado político o sin) que hartos de no ver sus anhelos en colores ni en votos, decidieron organizarse para tratar de soñar en colectivo.
Es el tiempo. De escucharnos y de poder con todxs construir las ciudades que queremos, el México que merecemos, un México que necesita de la suma de voluntades y esfuerzos de académicxs, pero también de aquel ciudadano que no tiene tiempo para política pues este se le va en tratar de sobrevivir. Y es aquí donde Ahora, Wikipolítica, Por México Hoy, el CNI, #CambiaLaPolíticaYa, Fundación Democracia y tantas más organizaciones deberán sumar esfuerzos para tratar de concentrar esas voces y así poder crear el relato plural, cambiante que demandan los caídos y la incertidumbre del mañana, de ese relato que no se construirá con el "Quién pone el candidato", sino que se construirá con la suma de anhelos para poder decirles una última vez: "Nuestros sueños no caben en sus urnas"(...)pero crearemos la opción en la que quepan nuestros anhelos.